Después de que el seguro español diera las grandes cifras generales correspondientes al tercer trimestre del año, ahora le toca el turno a las grandes compañías del sector que, una a una, van desgranando sus resultados.
En conjunto, como ya apuntaban los datos sectoriales, se puede apreciar que «el mercado de No Vida en España está prácticamente estancado desde hace tres años», en palabras del presidente de Mapfre, José Manuel Martínez, mientras que en el ramo de Vida, dominado por las operaciones de bancaseguros, hay una dura competencia en la que, además de bancos y cajas con su guerra por los depósitos, también participan los planes de pensiones.
Una prueba inequívoca de este estancamiento -marcha atrás, se podría decir-, es la reducción de ingresos que ha sufrido el Estado por el Impuesto sobre Primas de Seguro, que grava las operaciones de seguro y capitalización. Concretamente, en los nueve primeros meses del año, el Estado recaudó por este concepto un total de 1.086 millones de euros, lo que supone un descenso del 0,6% en comparación con el mismo período del año anterior.
El descenso de la recaudación del Estado por el impuesto parece que se ha acelerado en los últimos meses. Concretamente en septiembre las arcas públicas recibieron por este impuesto 236 millones de euros, un 2,5% menos que en el mismo mes de 2010.
En cuanto a los resultados del tercer trimestre, los primeros que se han conocido han sido los de las aseguradoras filiales de bancos al presentar éstos los suyos, -como son los casos de Santander, BBVA, etc.-, o los de las compañías que cotizan en Bolsa, que solo son dos -Mapfre y Catalana Occidente-, por tener plazos legalmente establecidos para hacerlo. Y la consecuencia que se puede extraer de estos primeros datos es que a pesar de la crisis los beneficios del negocio asegurador en líneas generales siguen creciendo, mientras que los de los bancos y cajas están retrocediendo respecto a los de años anteriores. O lo que es lo mismo, las aseguradoras están soportando mejor la crisis que los bancos.
A pesar de ello, los bancos consideran al seguro como una actividad marginal, un complemento a su negocio.
La primera aseguradora española, Mapfre, ha obtenido en los nueve primeros meses de este año un beneficio neto atribuible de 765,6 millones de euros, un 8,7% más que en el mismo periodo del año anterior, debido, según la propia empresa, «a la favorable evolución del negocio en España, especialmente en los Seguros de Automóviles, Hogar y Vida, y al excelente desarrollo de la actividad internacional».
Y desde luego que la actividad internacional para esta empresa se puede calificar de «excelente», ya que las primas recaudadas por las unidades de seguro directo internacional crecieron una media superior al 22%, llegando en el caso de Mapfre América a subir más de un 30%. En este último caso, la alianza con el Banco do Brasil empieza a dar unos extraordinarios frutos.
El volumen de primas total del grupo creció casi un 14% hasta alcanzar los 14.659,8 millones. Más del 61% de esta cifra (9.611,8 millones) corresponde al negocio internacional, que por sí solo aumentó casi un 20%. Y es que el estancamiento del mercado interior lo ha superado la compañía que preside José Manuel Martínez con la aportación del mercado internacional, ya que no en vano Mapfre lleva varios años siendo la primera aseguradora No vida de Latinoamérica.
Pero a pesar de todo, en España Mapfre sigue siendo la primera compañía, con 6.059 millones en primas, un 6,1% más que en los nueve primeros meses de 2010.
El modelo Mapfre
Además de los resultados, Mapfre ha redefinido el modelo de organización operativa de su división de seguro directo en nuestro país, para seguir avanzando en la mejora de su orientación al cliente particular y empresarial, y en el aprovechamiento de las sinergias que le permitirán incrementar su eficiencia. Este nuevo modelo, que estará puesto en marcha en enero del próximo año, dejará la estructura territorial de Mapfre dividida en 9 direcciones generales y en 31 direcciones territoriales.
Por otra parte, Mapfre anunció el pago de un dividendo a cuenta de 7 céntimos, con lo que el total ascenderá a 0,15 euros por acción, lo que supone, a la cotización actual de la aseguradora, una rentabilidad para el accionista superior al 5% por título. Además la acción de Mapfre ha evolucionado muy positivamente en lo que va de año, ya que entre los mínimos que marcó a primeros de año y los máximos, zona en la que se mueve actualmente, supone un crecimiento superior al 40%.
La otra compañía española que cotiza en Bolsa, Catalana Occidente, terminó septiembre con un resultado consolidado 196,4 millones de euros y un resultado atribuido a la sociedad dominante de 171,7 millones, con incrementos del 11,4% y 12,4% respectivamente. El volumen de primas creció un 3% hasta superar los 2.335 millones.
Destaca el crecimiento del seguro de Crédito, casi un 6%, que es el principal negocio de su filial Atradius, que por su fuertes caídas había penalizado los resultados en ejercicios anteriores.
Catalana Occidente mejora en 0,4 puntos su ratio combinado de No Vida, que se sitúa en el 88% y alcanza un ratio de solvencia del 480%, frente al 261 de media del sector. Además, el grupo aumenta un 10% sus dos dividendos a cuenta de los resultados de este año.