El mayor de los problemas que está sufriendo los seguros agrarios, son los recortes en las subvenciones que el Ministerio de Agricultura y las distintas comunidades autónomas han realizado, algo que hay que añadir a las incontables subidas de las primas que pagaron los agricultores y ganaderos, con lo que ha provocado que durante la última campaña, haya sucedido un importante descenso en la contratación de seguros de estas características.
El importante descenso alcanza alrededor del 30%, uno de las caídas más importantes en el sector desde que se iniciaron la venta de las mismas. Estos tipo de seguros, han sido muy efectivos y bien vistos por los agricultores, por reportarles unos ingresos mínimos, cuando por causas imprevistas la producción que tenían sembrada se ha visto mermada, a la vez que el sueldo que deberían cobrar por ellas.
El mayor de los problemas, es que la contratación de los seguros agrarios y ganaderos, se hacían con subvenciones, lo que rebajaban en gran medida el precio de la prima, y los profesionales podían acceder a un seguro que cubriera las pérdidas en caso de que las hubiese, pero al anular las subvenciones, los costos de las primas se disparan, por lo que en la mayoría de los casos, no pueden hacer frente a los pagos de las primas.
Las organizaciones agrarias y cooperativas ya se han puesto manos a la obra, para poder alcanzar un acuerdo con las diferentes administraciones, y conseguir activar la contratación de seguros mediante algún tipo de ayuda, pues son conocidos los múltiples riesgos a los que se enfrentan los profesionales de este sector, y carecer de un seguro que proteja los siniestros, puede quebrantar la economía y la producción agrícola y ganadera.
Mientras tanto, las aseguradoras también desean que la situación se arregle lo antes posible, pues también han sufrido un descenso en sus ingresos demasiado importante en tan poco tiempo.