Según el nuevo Plan de Reforma del Sistema Nacional de Salud, no habrá copago por asistencia sanitaria, pero sí para acceder a los medicamentos. La principal novedad de la reforma conocida hace unos días es que los jubilados deberán pagar los medicamentos y los desempleados que llevan tiempo en su condición, no. Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, planteó a quienes corresponde por autonomía, que la asistencia médica siga siendo en España pública, universal y gratuita. Esto lo hizo al presidir el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS).
El Plan de Reforma del Sistema Nacional de Salud permitirá un ahorro que superaría los 7.000 millones de euros, según estimaciones del Gobierno, lo que sería alrededor de un 10% del gasto sanitario público.
Sistema de aportación en farmacia
En este sentido se excluirá a los desempleados por largo tiempo de pagar los medicamentos recetados. En farmacia se utilizará el modelo equitativo “más justo” según la ministra, donde “aporte más el que más tiene y menos o nada los que menos tienen”. Entonces quedaría con este diagrama, los ciudadanos con rentas iguales o mayores a los 100.000 euros al año pagarán el 60% mientras que antes era el 40%. Los activos con obligación de tributación en el IRPF pagarán el 50%. Los activos que estén exentos de tributar en el IRPF y las familias numerosas el 40% del valor del fármaco.
Pero también habrá exenciones para los de menor poder adquisitivo y los pasivos. Los pensionistas con rentas bajas pagarán el 10%, con un límite máximo de ocho euros al mes. Este límite aumentará a los 18 euros al mes en caso de superar los 18.000 euros y a los 60 euros para los que superen los 100.000 euros.
España es el segundo consumidor mundial de fármacos, así lo informó la ministra. Estas medidas reordenarán la situación con respecto a los medicamentos, ya que en el país se destruyen 3.700 toneladas de fármacos que vencieron o no se utilizaron.
Hubo otras medidas que favorecerán el ahorro de 400 millones en tema de farmacia, que incluyen un nuevo sistema de actualización del Nomenclador, e impulsar el uso de genéricos y fármacos de menor precio, que implicará un ahorro adicional de unos 350 millones.
Otras medidas que provocarán el ahorro será frenar el turismo sanitario. La atención de ciudadanos extranjeros que tienen la asistencia sanitaria cubierta en su país de origen, ha ocasionado gastos por 917 millones de euros, gastos que ha estado asumiendo el SNS por casi 700.000 extranjeros que accedieron a la tarjeta sanitaria sin derecho.