La incorporación de las nuevas tecnologías “inteligentes” a los sistemas de seguridad vial podrían reducir los errores humanos que provocan los accidentes en carretera en un 95 por ciento.
Un sistema denominado “eCall”, activa una llamada de emergencia cuando se ha producido un accidente que incorpora información precisa sobre la situación del vehículo que se obtiene a través de un sistema de posicionamiento similar al GPS (sistema de posicionamiento global).
Este tipo de accidentes causan 40.000 víctimas anuales en Europa, aunque a medida que aumenta el parque de automóviles éstos se hacen más seguros.
Una llamada automática desde el propio vehículo pondría en alerta a los servicios de emergencias y daría las posiciones exactas de dónde se ha producido el accidente.
Además de la localización geográfica tridimensional del vehículo, esta llamada ofrece a los efectivos de auxilio información útil, sobre la violencia del accidente y el tipo de colisión (lateral, frontal, vuelco).
Tambien, esta aplicación “inteligente” se conectará con la base de datos clínica del accidentado que pondrá en antecedentes clínicos a los servicios de emergencias, explicó el director de Electrónica e I+D+i de la Asociación de Empresas de Electrónica, Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones de España (AETIC), Juan Gascón.
Un estudio de la Comisión Europea informa de que la llamada automática podría reducir entre un 5 y un 10 por ciento el número total de fallecidos.
Otras de las causas de los accidentes en carretera son las salidas de carril y la presencia de obstáculos en el ángulo muerto de visión.
Para estos casos, la aplicación de las nuevas tecnologías a la automoción ha permitido crear un sistema de detección de este ángulo mediante una técnica de visión artificial, que no es posible con los espejos retrovisores, que reduce las colisiones con algún obstáculo no visto en las maniobras de cambio de carril.
En cuanto el vehículo detecta algún obstáculo “se autocontrola”, reduce la velocidad y frena automáticamente, explicó Gascón.
Esta aplicación de adaptación inteligente de la velocidad mantiene la distancia de seguridad adecuada gracias a unos radares anticolisión que se instalan en el parachoques delantero del automóvil, añadió.
Una iniciativa innovadora de numerosas empresas del sector que se han unido para poner las nuevas tecnologías al servicio de la seguridad vial y eliminar una de las mayores lacras sociales: la mortalidad en las carreteras.