Todos los días 2 jóvenes mueren o resultan heridos graves
en accidente de tráfico en la Comunidad Valenciana
Primera causa de muerte entre los jóvenes
Los accidentes de tráfico son la primera causa individual de fallecimiento entre los jóvenes de 15 a 29 años (gráfico 1), con un 32% del total de muertes. En el tramo de los 15 a los 19 años ese porcentaje fue aún mayor, acercándose al 35%. La franja de edad que menos riesgo entraña es la de los 25 a los 29 años, donde el porcentaje no llega al 20%,En general, la proporción de muertos por accidente de tráfico sobre el total de fallecimientos es más elevado en los varones que en las mujeres.
Tasa de riesgo
La tasa de riesgo de los jóvenes ha descendido de forma considerable en el año 2009 respecto al periodo 2000 -2008. Aún así, este parámetro es más alto en este colectivo que en el resto de la población. En el año 2009 la probabilidad de que un joven en Valencia muriese en accidente de tráfico era un 47% más alta que la que tenía el promedio de la población de la comunidad autónoma.
TIPOLOGÍA DE ACCIDENTES
Tipo de vehículo
De los 55 jóvenes muertos en accidente de tráfico en Valencia en el año 2009, 31 iban en turismo, 6 en motocicleta, 5 en ciclomotor y 13 en otros medios de transporte. El número de jóvenes muertos que viajaban en coche ha experimentado un importante descenso, se ha reducido en 46 víctimas respecto a la media de los años anteriores.
Infracciones
De las infracciones analizadas, se observa que las distracciones y, especialmente el exceso de velocidad, están principalmente relacionadas con los accidentes de los jóvenes.
Resulta especialmente significativo que durante el periodo 2000 – 2008, el 50% de las infracciones relacionadas con la velocidad implicasen a conductores jóvenes.
Uso de los accesorios de seguridad
El uso de los accesorios de seguridad por parte de jóvenes y del conjunto de conductores ha tendido a aumentar entre los años 2000-2009. La utilización del cinturón de seguridad por parte de los jóvenes se situó en niveles del 93,6 % en el año 2009, más de 8 puntos por encima del promedio registrado en años anteriores. Respecto al total de la población, su uso se extiende al 95%. Aun así, teniendo en cuenta el censo de conductores en la comunidad (2.745.836) aún hay 137.291 automovilistas valencianos que no usan el cinturón de seguridad de modo habitual.
En el caso de la motocicleta el uso del casco está muy extendido, más de un 98% de los jóvenes lo utilizan, igual que el resto de la población.
La utilización de este accesorio en ciclomotor registra un incremento
considerable, pasando de un 87% al 98% en el caso de jóvenes, y del 86% al 97% en el resto de la población.
A pesar de que los jóvenes valencianos hacen un uso cada vez mayor de los sistemas de seguridad pasiva, en el caso del cinturón de seguridad su utilización aún es menor que el del resto de la población de la comunidad.
Es posible que la evolución favorable de las cifras de mortalidad en carretera en la Comunidad Valenciana esté relacionada con un mayor uso de los elementos de seguridad pasiva por parte de los jóvenes en este territorio.
Conclusiones
Los datos y la discusión anteriores muestran a todas luces la necesidad de actuar. Nos encontramos ante una epidemia que, aunque en muchas de sus manifestaciones continúa oculta a los ojos de la opinión pública y de la mayoría de la ciudadanía, tiene unas dimensiones muy preocupantes. Es urgente articular medidas correctoras que permitan encauzar el problema.
Las medidas posibles a plantear para reducir los niveles actuales de accidentalidad de los jóvenes pueden ser de muy diversa índole. A menudo, el debate se centra, de forma casi exclusiva, en medidas de tipo restrictivas, como si el problema pudiese solucionarse en su totalidad a partir de una limitación de la movilidad o de un aumento de las sanciones. Este enfoque es erróneo por sesgado. Hay muchas medidas positivas, de mejora de la educación, de las actitudes y de las aptitudes que, sobre todo desde una perspectiva de largo plazo, son las que pueden tener un mayor efecto.
El hecho de que su puesta en marcha sea, seguramente, más compleja y requiera más recursos no puede ser en ningún caso excusa para obviarlas.
Un primer paso, es hacer aflorar el problema de los jóvenes y la seguridad vial en la Comunidad Valenciana. Todos los agentes implicados deben conocer la magnitud del problema y actuar en consecuencia. Para ello es imprescindible disponer de información precisa sobre las víctimas de los accidentes de tráfico de los jóvenes, tanto a nivel estatal como a nivel de la Comunidad Valenciana.
También es necesario que las entidades autonómicas y locales se involucren, de acuerdo con sus responsabilidades y capacidades, en la mejora de la seguridad vial de la Comunidad Valenciana. Son numerosas las actuaciones que se puede poner en marcha a nivel autonómico y local.
La actitud es una de las principales causas que provocan los accidentes de tráfico de los jóvenes, junto con la aptitud. Sólo a partir de un cambio de actitud general, que incumba a los jóvenes pero también a todos los demás actores o agentes que influyen sobre aquella, será posible situar el problema en cotas mínimamente aceptables.
- Campañas de información, dirigidas específicamente a los jóvenes y focalizadas en los principales problemas de accidentalidad de la Comunidad Valenciana, habría que incidir en el respeto a los límites de velocidad, ya que el 40% de las infracciones cometidas por los jóvenes valencianos son excesos de velocidad.
- Formación-educación: La formación de un conductor no puede limitarse, ni concentrarse, en el momento en que obtiene su permiso se conducir. La educación y formación vial debe iniciarse en la infancia y continuar a lo largo de la vida de la persona, debe ser continua centrándose en contenidos de movilidad y seguridad vial. La educación en seguridad vial en la etapa escolar es fundamental.
- Conductor alternativo: El conductor alternativo garantiza una movilidad con mucho menos riesgo. Esta iniciativa refleja una actitud de responsabilidad y de autorregulación por parte del grupo en el que se personaliza. La participación de las administraciones locales de Valencia unidas a las autonómicas, es fundamental para promover esta figura a través de campañas de educación vial.