A pesar de que los propietarios de viviendas son los más proclives a suscribir un seguro, un total de 19.232 viviendas de Lugo no cuentan con ninguno. El Colegio Oficial de Mediadores de Seguros calcula que, en cuanto a las casas, el porcentaje de asegurados es del 63,52%, el más alto de todos los colectivos de suscriptores. Pese a todo, una parte importante de las 51.286 viviendas de Lugo capital carecen de cobertura, de forma que si cualquier siniestro afectara a esas casas, los propietarios tendrían que abonar de su bolsillo los desperfectos tanto dentro de sus pisos como de los de sus vecinos.
Igualmente, las primas multirriesgo de hogar son un producto que se vende con facilidad en tiempos de crisis. No se percibe un descenso de asegurados, sino que se mantiene y hasta puede incrementarse. «Más que nunca, la gente quiere proteger su patrimonio. Casi todo el mundo conoce a alguien que tuvo un problema en casa, la rotura de una tubería que filtró agua al piso de abajo, por ejemplo, y acabó pagando dos mil euros por la reparación y los daños. Así que piensan que, en estos tiempos, no podrían pagar una factura así, pero sí una prima anual de ciento y pico euros», señala Encarna Calaza, presidenta de los mediadores lucenses.
Eso sería la prima media por vivienda asegurada: 136 euros, mientras que el coste medio de los siniestros es de 425 euros. El precio de las primas multirriesgo hogar básicas, apenas varía de año a año. La fuerte competencia del sector asegura un precio bajo siempre.
El 21% de los pisos con seguro son los llamados «cautivos de hipotecas», es decir, viviendas que todavía están siendo abonadas y para las que se exige la suscripción de un seguro. El 79% restante son seguros voluntarios. En conjunto, las compañías aseguradoras pagaron el año pasado 3.420.000 euros por el conjunto de los siniestros que se produjeron en viviendas, comunidades, pymes y pequeños negocios.
Estos últimos, los establecimientos con solo dos o tres trabajadores son los más reticentes a asegurar sus empresas. Es el tamaño el que marca claramente si se cuenta con póliza o no. En el caso de las pymes, la cobertura por un seguro llega al 96% de las pequeñas y medianas empresas; mientras en el de los micronegocios, sólo al 42%.
«Existe un problema claro de concienciación. Es cierto que muchos son autónomos y el seguro puede suponer un gasto a mayores, pero, si le ocurre algo a alguien dentro de su negocio, debe responder con su propio patrimonio», alerta Calaza.
La presidenta del órgano colegial también hizo hincapié en que la crisis y una mayor información sobre los derechos ciudadanos ha acabado por cambiar esa situación. «Antes una persona herida, por una caída en un local por ejemplo, iba a Urgencias y no se le preguntaba exactamente dónde se había caído. De unos años a esta parte sí y, si fue en un establecimiento, enseguida se llama a la mutua. Además, cada vez se denuncian esas cosas con más frecuencia. La gente sabe qué puede hacer en esos casos y reclama rápidamente», añade.
Por ese motivo, hizo un llamamiento a los propietarios de micronegocios para que se convenzan de que un seguro es imprescindible. Calaza recordó que un pequeño incidente puede suponer el desembolso de miles de euros.