Las alternativas que se están poniendo de moda para ahorrar lo máximo posible en la utilización del coche pasan por la idea de compartir gastos.
Esa es la filosofía del car sharing o coche multiusuario y el carpooling coche compartido.
Según la DGT, en una ciudad como Madrid, el 60% de los desplazamientos diarios para entrar en la ciudad los hacen conductores que viajan solos, un coste económico que pocos pueden asumir, además del coste ecológico que supone, ya que no es seguro para el medioambiente. En España -con uno de los parques de automóviles más grandes del mundo y una tasa de ocupación de automóviles del 1,2%- la situación está cambiando ya que cada vez se sigue más una tendencia global en alza: compartir coche.
Se calcula que un coche medio permanece aparcado el 97% del tiempo, lo que convierte al automóvil en una fuente de gastos constante. Por si esto fuera poco, más de un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero en España provienen de los automóviles. Si a esto se unen los problemas de tráfico de las grandes ciudades, compartir el coche surge como una de las respuesta a todos estos inconvenientes, ya sea utilizando el carpooling o el car sharing.
El carpooling, o coche compartido, consiste en que varias personas previo acuerdo viajen juntas, compartiendo ruta, gasolina y peajes. Por su parte, el car sharing, o coche multiusuario es un modelo de alquiler eminentemente urbano en el que el usuario accede con su tarjeta personal de socio al vehículo, pagando por tiempo de uso. De este modo todos pueden pagar y uno solo se haría cargo del vehículo, ahorrando gastos y compartiendo los generados en seguros, repuestos, asistencia mecánica, gastos de aparcamiento, etc.
¿Cómo compartir coche?
De este modo, ya sea porque lo utilizan poco, porque no les compensa el gasto económico o por simple comodidad, alquilar un coche mediante car sharing puede ser la opción para aquellos que necesiten el vehículo sólo ocasionalmente. Como explica Ian Paterson, cofundador de Respiro, empresa líder de car sharing en Madrid, el objetivo es «pagar sólo por el tiempo de uso, compartiendo coches de baja emisión y haciendo un uso más racional del vehículo privado«.
La idea en el carpooling es similar, salvo que en este caso son los mismos conductores y pasajeros quienes se ponen de acuerdo para compartir su vehículo, ruta y gastos. Existen algunos portales en internet que se dedican a facilitar esta opción, hay redes sociales para compartir coche presentes en España, Francia y Reino Unido con más de 1,4 millones de usuarios. En estas webs, se pueden encontrar trayectos, ya sean urbanos o de largo recorrido, que se pueden adaptar a las diferentes necesidades. Además, los usuarios pueden proponer su propia ruta para encontrar compañeros de viaje.
De este modo, los conductores pueden ahorrar hasta el 75% de los gastos de desplazamiento, mientras que los pasajeros pueden acceder a ofertas de viaje muy competitivas para todo tipo de trayectos: diariamente al trabajo o la universidad o en puentes y fines de semana a estaciones de esquí, festivales de música o cualquier otro destino.
Viajar en coche compartido permite ahorrar en gastos más de 2.000 euros al año para un trayecto diario de 20 kilómetros entre el lugar donde se vive y el trabajo.