Por quinto año consecutivo, y dentro de su campaña escolar para 2012, Fundación Mapfre ha preparado un completo programa de actividades con el fin de impulsar la enseñanza de la educación vial en alumnos de 4 a 14 años, a través de numerosas acciones en las que se hará hincapié en el fomento de la lectura y las nuevas tecnologías.
Además, para llevar a cabo la campaña se han creado materiales y actividades específicas para todas las etapas educativas. Presenta un amplio programa de actividades, así como un informe del que se desprende que sólo tres de cada diez alumnos aprueba en seguridad vial.
Entre las propuestas más destacables de esta campaña se encuentra ‘Seguridad vial en tus manos’, un proyecto dirigido a jovenes adolescentes en el que ya han participado más de 1.000 estudiantes de 3º y 4º de la ESO y cuyo objetivo es enseñarles prácticas de conducción segura de ciclomotor a través de material pedagógico y juegos en soporte iPad, con un programa articulado y estructurado que permite un trabajo sistemático de la seguridad vial en el aula.
Para los más pequeños, la fundación ha organizado una actividad en torno a la creación de un libro relacionado con la educación vial, así como cuentacuentos y ‘rincones educativos’. Para los alumnos de primaria destaca una actividad centrada en la creación de micro relatos relacionados con esta materia.
La formación vial en los colegios es limitada
Con esta base, Fundación Mapfre ha analizado el nivel de conocimientos y la implicación de los colegios y las familias en la educación vial a través del informe ‘Educación en Valores para la Seguridad Vial’, del que se desprende que, a pesar de la buena disposición a la hora de «estudiar» educación vial, sólo tres de cada diez alumnos (34%) tiene los conocimientos adecuados.
Además, los peores resultados se dan en los temas relacionados con el uso responsable de la bicicleta y el ciclomotor. Es notable entonces que «necesitan mejorar» en el conocimiento de las señales, tanto de las verticales (57%) como las de los agentes (60%), así como adquirir ciertos hábitos seguros como ocupantes de un coche. La mayoría de los encuestados, con edades entre los 5 y los 13 años, no cruza habitualmente por los pasos de cebra, no espera los semáforos en rojo, juega en la calzada o en los bordes de las aceras y sale del coche sin mirar hacia atrás previamente.
Llama la atención, finalmente, en el informe, la respuesta de los encuestados relativa a la actitud de sus padres: un 74% indica que a veces se les olvida abrocharse el cinturón de seguridad y hay determinados aspectos relacionados con el tráfico que no ven como un peligro (exceso de velocidad, manipular el GPS, hablar por el teléfono móvil, etc.).
Peor aun, el 45% de los padres no conoce ciertas normas básicas relacionadas con el adelantamiento a ciclistas o la velocidad de circulación en las zonas residenciales. «No olvidemos que los padres somos modelos para nuestros hijos y éstos copian cualquier conducta y la toman como buena», afirma Julio Laria, director General del Instituto de Seguridad Vial de Fundación Mapfre, quien insta a mejorar la colaboración entre familias y colegios a la hora de realizar actividades relacionadas con la seguridad y la educación vial.